La compañía crea una réplica en 3D de la cara del difunto y la coloca en una figura de acción que sirve a su vez de urna para depositar las cenizas del fallecido. Es lo que se llama una "urna de acción", precisamente porque el que está en su interior no puede realizar acciones. Así que se debería llamar "urna de inacción", pero es que la urna sí puede realizar acciones, ya que es una figura de acción.
En cualquier caso, es una opción a tener en cuenta si no quieres donar tu cuerpo a la ciencia pero quieres hacer algo útil con tus cenizas, como rellenar una figura y dársela a los niños para que jueguen un rato. No es un gran legado, lo sé, aunque, a diferencia de la mayoría de legados, es útil. Y, total, si no te gusta tu función siempre puedes reunir energía desde el más allá y apagar las luces de la casa.
