En abril de este año, Facebook compró Instagram y el pasado día 17 de
diciembre, los responsables de la red social actualizaron los términos
de uso de la aplicación. Las nuevas normas de la casa incluyen secciones
lógicas como la prohibición del uso de imágenes pornográficas o la
limitación de la popular red social fotográfica a mayores de 13 años.
Sin embargo, hay un par de términos que han despertado las iras de los más de siete millones de personas que usan cada día este adictivo servicio. El descontento ha llegado a tal extremo que, sin entrar a valorar si los nuevos términos de Facebook son correctos o no, aquí te ofrecemos una pequeña guía para que los que lo deseen puedan darse de baja en el servicio y al mismo tiempo conservar sus imágenes.
Las razones y el plazo
La razón de las quejas entre algunos usuarios de Instagram es una nueva cláusula que, en esencia, permite a Facebook y a otras marcas asociadas a la red social utilizar las imágenes de los usuarios con fines comerciales o publicitarios sin pedir permiso ni tener que ceder beneficio económico alguno al creador de la imagen.
Facebook ha puntualizado que estos nuevos términos no la convierten en propietaria de las imágenes, pero en la práctica es así, cosa que ha molestado mucho a fans de una aplicación cuyas imágenes tienen un fuerte componente personal y, en muchos casos, artístico.
Los nuevos términos de servicio entran en vigor el próximo día 16 de enero y no pueden no acatarse. Los que no estén de acuerdo con las nuevas normas tan sólo tienen la opción de darse de baja en el servicio y, si lo desean, guardar las imágenes. A continuación os explicamos como realizar ese proceso.
Exportar las imágenes
Desde hace tiempo, Instagram guarda copia de las imágenes que tomamos mediante la aplicación. En su configuración podemos estipular que la red social fotográfica guarde en la memoria del teléfono la imagen original así como la retocada y publicada. No obstante, hay personas que cambian mucho de teléfono o tienen tantas imágenes antiguas que no conservan copia de todas y cada una de ellas.
En este último caso, lo mejor es acudir a un servicio externo de exportación de imágenes. El más utilizado es Instaport. Instaport se conecta a nuestra cuenta de Instagram con nuestro usuario y contraseña, y nos permite guardar todas las imágenes asociadas a esa cuenta en un archivo comprimido .zip.
Si lo que queremos es trasladar nuestras fotos a algún servicio de almacenamiento online como Dropbox o Amazon S3, The Open Photo Project ofrece aplicaciones gratuitas que cumplen esa función para IOS y Android.
Finalmente, si lo que queremos es salvar sólo algunas fotos, basta con que entremos en nuestra cuenta de Instagram desde el móvil o desde el PC y seleccionemos las imágenes que queremos guardar copiando en un navegador su enlace para compartir.
Darse de baja
Finalmente, darse de baja de Instagram no tiene mucho misterio. Basta que visiten este enlace que la propia red social ofrece para ello y rellenen el formulario de baja. El proceso es sencillo e instantáneo, pero no lo hagan a la ligera porque implicar perder el nombre de usuario y todas las imágenes.
Cerramos esta sencilla guía llamando simplemente a la reflexión. Es cierto que existen usuarios cuyo trabajo fotográfico tiene un valor lo suficientemente alto como para protegerlo frente a cláusulas abusivas de multinacionales.
Sin embargo, la mayor parte de usuarios de Instagram usan la aplicación como un medio lúdico de compartir momentos cuyo valor es exclusivamente sentimental y no debe hacer que nos rasguemos las vestiduras. A la postre, siempre es buena idea aplicarse la máxima de que si no queremos que algo se haga público sin nuestro permiso, lo mejor es no compartirlo en redes sociales de forma gratuita.
Sin embargo, hay un par de términos que han despertado las iras de los más de siete millones de personas que usan cada día este adictivo servicio. El descontento ha llegado a tal extremo que, sin entrar a valorar si los nuevos términos de Facebook son correctos o no, aquí te ofrecemos una pequeña guía para que los que lo deseen puedan darse de baja en el servicio y al mismo tiempo conservar sus imágenes.
Las razones y el plazo
La razón de las quejas entre algunos usuarios de Instagram es una nueva cláusula que, en esencia, permite a Facebook y a otras marcas asociadas a la red social utilizar las imágenes de los usuarios con fines comerciales o publicitarios sin pedir permiso ni tener que ceder beneficio económico alguno al creador de la imagen.
Facebook ha puntualizado que estos nuevos términos no la convierten en propietaria de las imágenes, pero en la práctica es así, cosa que ha molestado mucho a fans de una aplicación cuyas imágenes tienen un fuerte componente personal y, en muchos casos, artístico.
Los nuevos términos de servicio entran en vigor el próximo día 16 de enero y no pueden no acatarse. Los que no estén de acuerdo con las nuevas normas tan sólo tienen la opción de darse de baja en el servicio y, si lo desean, guardar las imágenes. A continuación os explicamos como realizar ese proceso.
Exportar las imágenes
Desde hace tiempo, Instagram guarda copia de las imágenes que tomamos mediante la aplicación. En su configuración podemos estipular que la red social fotográfica guarde en la memoria del teléfono la imagen original así como la retocada y publicada. No obstante, hay personas que cambian mucho de teléfono o tienen tantas imágenes antiguas que no conservan copia de todas y cada una de ellas.
En este último caso, lo mejor es acudir a un servicio externo de exportación de imágenes. El más utilizado es Instaport. Instaport se conecta a nuestra cuenta de Instagram con nuestro usuario y contraseña, y nos permite guardar todas las imágenes asociadas a esa cuenta en un archivo comprimido .zip.
Si lo que queremos es trasladar nuestras fotos a algún servicio de almacenamiento online como Dropbox o Amazon S3, The Open Photo Project ofrece aplicaciones gratuitas que cumplen esa función para IOS y Android.
Finalmente, si lo que queremos es salvar sólo algunas fotos, basta con que entremos en nuestra cuenta de Instagram desde el móvil o desde el PC y seleccionemos las imágenes que queremos guardar copiando en un navegador su enlace para compartir.
Darse de baja
Finalmente, darse de baja de Instagram no tiene mucho misterio. Basta que visiten este enlace que la propia red social ofrece para ello y rellenen el formulario de baja. El proceso es sencillo e instantáneo, pero no lo hagan a la ligera porque implicar perder el nombre de usuario y todas las imágenes.
Cerramos esta sencilla guía llamando simplemente a la reflexión. Es cierto que existen usuarios cuyo trabajo fotográfico tiene un valor lo suficientemente alto como para protegerlo frente a cláusulas abusivas de multinacionales.
Sin embargo, la mayor parte de usuarios de Instagram usan la aplicación como un medio lúdico de compartir momentos cuyo valor es exclusivamente sentimental y no debe hacer que nos rasguemos las vestiduras. A la postre, siempre es buena idea aplicarse la máxima de que si no queremos que algo se haga público sin nuestro permiso, lo mejor es no compartirlo en redes sociales de forma gratuita.