A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un anciano que se encuentra descansando:
– ¿Que clase de personas viven aquí?
El anciano le pregunta:
– ¿Que clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?
– Un montón de gente egoísta y mal intencionada – replicó el joven.
– Estoy encantado de haberme ido de allí.
A lo cual el anciano comento:
– Lo mismo habrá de encontrar aquí.
Ese mismo día otro joven se acerco a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:
– ¿Que clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta:
– ¿Que clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes?
– Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado.
– Lo mismo encontrarás aquí, – respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
– ¿Como es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cual el viejo contestó:
– Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón.
– Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí ni en ninguna otra parte.
jueves, 28 de diciembre de 2017
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